Con motivo del «Taller de acompañamiento y relación con Dios», en el que hace unos años participamos Bego y yo (y en el que, actualmente, lo está haciendo Anabel) hemos tenido la oportunidad de acceder a una obra de indispensable lectura. Su autor es Marcel Légaut.
"Nacido en París en 1900 , catedrático de matemáticas por la Escuela Normal Superior, en 1940, después de enseñar en diversas Facultades, Marcel Légaut, bajo el impacto de la IIª Guerra Mundial y tras concienciar ciertas carencias fundamentales en su vida, abandona la Universidad para vivir, como pastor de alta montaña en los pre-Alpes, en el Alto Diois.
Veinte años después, a la edad de sesenta años, emprende una reflexión, especie de testimonio, sobre la condición humana y la existencia humana en la que repiensa su propio itinerario y el de sus compañeros durante el Siglo XX.
Casado y padre de seis hijos, es autor de una veintena de libros, la mayor parte de ellos publicados a partir de 1970. Después de Trabajo de la fe (1962) libro germinal, escribe su obra capital, El Cumplimiento humano (1970-71) que, por su envergadura, se publica en castellano en tres volúmenes: El hombre en busca de su humanidad, Reflexión sobre el pasado y el porvenir del cristianismo, y Creer en la Iglesia del futuro."
Actualmente, la fe cristiana, en los ambientes más ilustrados, suena a conservadurismo y se vincula a mentalidades trasnochadas o supersticiosas. Lamentablemente, en nuestra Iglesia, las posturas se van radicalizando y la fe está siendo sustituida, de forma subrepticia, por ideologías religiosas (unas de carácter tradicionalista, y otras, progresistas o evolucionistas) donde Dios no tiene cabida efectiva. Para los que han apostado por la ideología, la ciencia o la técnica, “lo espiritual” resulta sospechoso de ser, en el fondo, huída de la realidad que nos toca vivir y miedo al compromiso.
Aquí es donde tiene trascendencia la propuesta de Légaut, la cual apela no sólo a los cristianos, sino a cualquier persona con cierto recorrido en la vida. Es para aquellos que se han dado cuenta de que, mientras viven "bien a nivel de la ciencia y de la técnica o bien fascinados por lo que desean, absortos en lo que hacen y poseídos por lo que poseen (...) más que “seres viviente” son “seres vividos” ".
Ojalá escuchemos hoy la “llamada” de este autor al que es imposible catalogar.
Podéis obtener más información en la web de la Asociación Marcel Légaut.
Antonio.