Arriesgándome a que Javi me diga que a veces parece que me den ataques de incontinencia e inundo el blog (verbalmente, por supuesto), el número de febrero de la revista Sal Terrae, dedicado a Religión y Ciencia, me ha sugerido esta entrada.
En él aparece un artículo de un profesor mío de la Facultad de CC Físicas (a lo mejor Juan Carlos lo conoce), Antonio Fernández Rañada (que es también presidente de la Real Sociedad Española de Física) titulado "Sobre la pretendidamente inevitable incompatibilidad entre ciencia y religión". Naturalmente que este científico no apoya esa incompatibilidad, sino todo lo contrario (aunque él se autocalifica como agnóstico). El artículo (que si quereis os puedo pasar en pdf, tengo acceso electrónico a la revista...) expone la situación actual de un debate que en la actualidad se libra más bien en el mundo anglosajón, pero que no nos es ajeno ya que se libró con dureza en España en épocas pasadas.
Esto me ha animado a mencionaros un libro estupendo de este mismo profesor, titulado "Los científicos y Dios", en el que expone de forma muy amena cuáles fueron las posturas que mantuvieron frente a las ideas de Dios y de trascendencia muchos de los más grandes hombres de ciencia de la Historia (Faraday, Maxwell, Darwin, Einstein, Planck, Monod, Feynman o Hawking, entre otros). Este libro, que fue premio Jovellanos de ensayo en 1995, ha sido reeditado justo este año por la editorial Trotta.
Y, la mejor sorpresa: está disponible en la Biblioteca Comunitaria (¿adivináis quien lo tiene?) para todo aquel que esté interesado en leerlo. Es una muy buena lectura para el verano: ameno, interesante, sorprendente a veces, más de personajes y seres humanos en búsqueda que de teologías y doctrinas.
En él aparece un artículo de un profesor mío de la Facultad de CC Físicas (a lo mejor Juan Carlos lo conoce), Antonio Fernández Rañada (que es también presidente de la Real Sociedad Española de Física) titulado "Sobre la pretendidamente inevitable incompatibilidad entre ciencia y religión". Naturalmente que este científico no apoya esa incompatibilidad, sino todo lo contrario (aunque él se autocalifica como agnóstico). El artículo (que si quereis os puedo pasar en pdf, tengo acceso electrónico a la revista...) expone la situación actual de un debate que en la actualidad se libra más bien en el mundo anglosajón, pero que no nos es ajeno ya que se libró con dureza en España en épocas pasadas.
Esto me ha animado a mencionaros un libro estupendo de este mismo profesor, titulado "Los científicos y Dios", en el que expone de forma muy amena cuáles fueron las posturas que mantuvieron frente a las ideas de Dios y de trascendencia muchos de los más grandes hombres de ciencia de la Historia (Faraday, Maxwell, Darwin, Einstein, Planck, Monod, Feynman o Hawking, entre otros). Este libro, que fue premio Jovellanos de ensayo en 1995, ha sido reeditado justo este año por la editorial Trotta.
Y, la mejor sorpresa: está disponible en la Biblioteca Comunitaria (¿adivináis quien lo tiene?) para todo aquel que esté interesado en leerlo. Es una muy buena lectura para el verano: ameno, interesante, sorprendente a veces, más de personajes y seres humanos en búsqueda que de teologías y doctrinas.
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