De vez en cuando pongo aquí cosas de libros que tengo o he leído, por si os interesa. Hoy quiero poner algo sobre un personaje que me gusta mucho y que (junto a otros como Teilhard de Chardin a quien le dedicaré seguro algún hueco más adelante) es uno de los grandes místicos católicos del siglo XX. Se trata de Thomas Merton, norteamericano, monje cisterciense trapense y poeta.
Oí hablar de él casualmente, porque cuando los Cistercienses españoles organizaron en 2002 un gran encuentro sobre Merton yo estaba en Silos (que no es cisterciense sino benedictino, pero me hablaron de él), así que es otra más de las cosas que tengo que agradecerle a ese lugar tan especial para mí.
Merton fue monje de clausura (aunque es verdad que viajaba bastante), pero no vivió de espaldas a la realidad. Os he puesto a continuación varios textos suyos que lo dejan ver claramente.
Podéis encontrar más en muchos sitios diferentes. Por ejemplo, en la revista Cistercium de la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia, que es como se llaman oficialmente los trapenses.
De padre neozelandés y madre estadounidense, vivió una juventud agitada, llena de pasiones, de vacíos y de dudas, que describe con sinceridad en su libro La montaña de los siete círculos. Tanto el libro como esta etapa de su vida terminan con su decisión de ingresar en la abadía de Gethsemani, en Kentucky.
Fue pacifista activo, profundo admirador (y editor) de Ghandi. Le interesó mucho el acercamiento a oriente, y conoció y mantuvo amistad con el Dalai Lama. De hecho, falleció en un accidente aéreo en 1968 cerca de Bangkok.
También se interesó por el pueblo latinoamericano y centroamericano, y mantuvo una especial amistad con el poeta y sacerdote nicaraguense Ernesto Cardenal. Este último ingresó como novicio trapense en Gethsemani en 1957, y aunque debió abandonar la abadía pocos años después por motivos de salud, mantuvo con Merton, maestro de novicios entonces, una continua e intensa relación epistolar, y Cardenal lo consideró siempre su padre espiritual. De hecho, Merton solicitó en los años siguientes con insistencia de su abad la autorización para realizar junto a Cardenal una fundación cisterciense en Centroamérica, algo para lo que nunca obtuvo permiso.
Si habéis echado un vistazo a la Biblioteca comunitaria, habréis visto que hay varios libros de Merton. Os los comento aquí brevemente:
- La montaña de los siete círculos, obra autobiográfica, en la línea de las Confesiones de San Agustín.
- Nuevas semillas de contemplación, libro de reflexión, para meditar y orar contemplativamente.
- Correspondencia Thomas Merton-Ernesto Cardenal (1959-1968), las cartas entre ambos religiosos y poetas, maestro y novicio.
Algunos textos de Thomas Merton:
"Dios, Señor mío, no tengo idea de adonde voy. No veo el camino ante mí. No puedo saber con certeza dónde terminará. Tampoco me conozco realmente, y el hecho de pensar que estoy siguiendo tu voluntad no significa que en realidad lo esté haciendo. Pero creo que el deseo de agradarte, de hecho te agrada. Y espero tener ese deseo en todo lo que hago. Espero que nunca haré algo apartado de ese deseo. Y sé que si hago esto me llevarás por el camino correcto, aunque yo no sepa nada al respecto. Por lo tanto, confiaré en Ti aunque parezca estar perdido y a la sombra de la muerte. No tendré temor pues estás siempre conmigo, y nunca dejarás que enfrente solo mis peligros."
(Pensamientos en la soledad)
"Es mi intención dedicar toda mi vida al rechazo y a la protesta contra los crímenes y las injusticias de la guerra y la tiranía política que apuntan a destruir completamente la raza humana y el mundo. Mediante mi vida monástica y mis votos estoy diciendo NO a todos los campos de concentración, a los bombardeos aéreos, a los tribunales políticos, a las muertes judiciales, a las injusticias del racismo... Si digo NO a todas estas fuerzas seculares, digo SÍ decididamente a todo lo que es bueno en el hombre y en el mundo."
(Introductions East and West)
"Si puedo unir en mí mismo el pensamiento y la devoción del Cristianismo oriental y el occidental, de los Padres griegos y latinos, de los místicos rusos y los españoles, puedo preparar en mí mismo la reunión de los cristianos separados. De esa unidad secreta e inexpresada que hay en mí mismo puede acabar por salir una unidad visible y manifiesta de todos los cristianos. Si queremos reunir lo que está separado, podemos hacerlo imponiendo una división sobre la otra o absorbiendo una división en la otra. Pero si lo hacemos así la unión no es cristiana. Es política, y está condenada a mayor conflicto. Debemos contener todos los mundos divididos en nosotros y transcenderlos en Cristo."
(Conjeturas de un espectador culpable)
Para terminar, os dejo dos enlaces:
- La dirección del blog Amigos de Thomas Merton, llevado por un carmelita descalzo, que casi puede seguirse como un blog de oración y meditación, pues está lleno de extractos y reflexiones comentadas. Muy, muy bueno.
- Un documento word que expresa muy bien, con un texto de Merton comentado, su postura frente a la guerra, titulado No a la guerra.
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