"Solo existo en la medida en que existo para otros, y en última instancia ser es amar" (Enmanuel Mounier)

martes, 12 de febrero de 2008

55. Inculturaciones y San Valentín

Próximamente vamos a celebrar (sí, otro año más) la fiesta de San Valentín, el Día de los Enamorados. Al pobre San Valentín le ha tocado ser uno de los objetivos del gradual pero inexorable proceso de inculturación que la Religión del Consumo va haciendo sobre el Cristianismo (como también lo hace sobre otras tradiciones religioso-culturales en todo el mundo). San Valentín se encuentra apenas un poco por detrás de San Nicolás, y quizás está siendo suplantado de modo más cruel porque él no ha sido simplemente sustituido, como el obispo de Bari por el gordo barbudo de traje rojo. El pobre San Valentín ni siquiera aparece de forma física, y como mucho se le asocia a la imagen de Cupido (?), con lo que tenemos que del pobre santo sólo ha quedado realmente el nombre, y decir "San Valentín" es algo así como decir "Semana Fantástica de El Corte Inglés".

En realidad, podemos protestar diciendo que no es justo, pero la Religión del Consumo (algún día pondré una entrada sobre esto, y sobre cómo en mi opinión reúne todos los aspectos de una religión: teología, credo, dogmas, liturgia, sacerdocio, templos, libros sagrados..., además de todos los "beneficios" psicológico-"espirituales" y sociales que han dado razón de ser a las religiones de todos los pueblos a lo largo de la historia durante miles de años) no hace sino repetir, por ejemplo, lo que el Cristianismo hizo con lo que se encontró antes que él.

Efectivamente, cuando el Cristianismo pasa a convertirse en la religión oficial del Imperio se incultura en los mitos, tradiciones y hábitos religiosos de éste. Se superpusieron entonces unas fiestas religiosas (cristianas) a otras (paganas) precisamente con la intención deliberada de heredar su éxito popular y, eventualmente, llegar a suplantarlas de modo definitivo. Pueden darse multitud de ejemplos de esta suplantación: los templos, los vestuarios, los títulos (incluyendo el de Sumo Pontífice), la ornamentación sagrada, el culto a los santos... Pero el más llamativo podría ser que se fija la celebración del nacimiento de Jesús el 25 de Diciembre, el día en que anteriormente se celebraba el Nacimiento del Sol Invicto precisamente para suplantar y erradicar esta importante fiesta pagana, junto a los días de fiesta de las Saturnalias y del Solsticio de Invierno que la precedían. Quizás fuese Constantino, que hasta su "conversión" consideró al Sol Invicto su divinidad protectora, el principal impulsor de esa interesada suplantación, que tuvo éxito incluso a nivel de iconografía. Hoy día, la celebración cristiana de la Natividad, que ha perdurado desde el siglo IV (no fue de las fiestas cristianas primitivas, y fue el Papa Julio I quien la instauró), puede decirse que está siendo suplantada a su vez con gran éxito por lo que se llama en todo el mundo "Navidad" o, en el lenguaje universal, "Christmas". Que siendo realistas y objetivos (por ejemplo, para cualquier observador que viniera del espacio) es hoy, con independencia de lo que signifique para los cristianos, una fiesta multicultural que se celebra en todo el planeta y cuyo principales signos identificadores comunes son el señor gordo y barbudo del traje rojo y la obligación de gastar cantidades importantes dinero.
Hago un pequeño inciso con unas cuantas fotos sobre esta inculturación navideña:
















Y la mejor de todas, esta que he encontrado por ahí, que es diferente porque es un montaje crítico, me parece absolutamente genial:


Está en una web cristiana protestante canadiense, wondercafe.ca, en la que se debaten libremente temas de espiritualidad, moral o sociales. Para motivar cada debate sacan una foto-montaje alusiva y algunas son muy buenas. En el pie de esta foto pone: "¿Seguirías trayendo a tus hijos? Después de todo, se supone que la Navidad trata de El, no del individuo del traje rojo... ¿O puede tener que ver con ambos?"

Bueno, había empezado con San Valentín. ¿Quién fue este buen hombre? Pues aunque hay dudas, parece que fue un sacerdote italiano del siglo III que murió martirizado, cuyos restos se veneran en una básilica en la ciudad italiana de Terni. Se supone que Valentín celebraba en secreto matrimonios prohibidos, y de ahí la relación con los enamorados.
Fue el Papa Gelasio I quien en el siglo V instituyó la festividad cristiana de San Valentín. El objetivo era suplantar de este modo las populares fiestas paganas de las Lupercales, que no se conseguía erradicar y que fueron prohibidas oficialmente por este Papa. Vamos, que con San Valentín también tenemos que el Cristianismo está recibiendo al cabo de los siglos de su propia medicina, ya que la Religión del Consumo ha hecho de esta fiesta a su vez una de sus principales celebraciones anuales.

En fin, se nota que esto de la inculturación me interesa. Otro día os pondré una analogía entre la Religión del Consumo y otras "religiones históricas", para que veáis hasta qué punto cumple con muchas de las funciones que han desempeñado esas religiones a lo largo de los siglos, y cómo se está convirtiendo en realidad en la Gran Religión de nuestro tiempo. Claro, que todo esto tiene poco que ver con Jesús de Nazaret y con su proyecto del Reino de Dios. Por si tenéis ganas os anoto un documento de Cristianisme i Justicia sobre lo que llaman "Teología del Mercado". Pero bueno, esto lo dejamos mejor para otro día.

Bueno, y de paso, pregunto, ¿qué pensáis regalar/comprar a vuestras parejas respectivas el 14 de Febrero? Besos.

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